La actividad energética industrial es fundamental en la mayoría de los países, y en concreto, la generación, almacenamiento y distribución de combustibles derivados del petróleo es un sector estratégico para la actividad económica.
El control de los riesgos y amenazas (industriales, tecnológicos, incendios, retrasos en el suministro, sabotajes, accidentes, fugas, etc.) y la comunicación eficaz de información en situaciones de emergencia son claves a la hora de ejecutar los Planes de Emergencia de estas empresas.